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Por: Erick Ernesto Acero Shapiama y Edson J. Palomino Rojas

 

El Complejo Arqueológico El Brujo inició sus investigaciones a inicios de 1990. Luego de una pausa prolongada, después de casi 10 años, se retoman los trabajos de campo por medio de un proyecto de inversión pública bajo la modalidad Obras por Impuesto – OXI. Estas actividades vienen desarrollándose en el Anexo Este, y en la plataforma superior de la Huaca Cao Viejo, lo que nos permite entender un poco más acerca de los hombres y mujeres mochicas que vivieron durante el apogeo de la Huaca.

La información obtenida a partir de los trabajos ejecutados resulta ser relevantes para entender (1) que la población Mochica conoció su entorno social y natural, lo que le permitió aprovechar los recursos que tuvieron a su disposición (alimento y materias primas), y (2) que el poblador tuvo un proceso de adaptación y acumulación de conocimiento, que se dio a lo largo de los años y que seguramente fue pasando de persona a persona, y de generación a generación (saberes).

Gracias a las recientes investigaciones podemos esbozar algunos alcances.

 

Arquitectura: Construcciones estratégicas Mochica

La sociedad Mochica, que habitó el Complejo Arqueológico El Brujo entre los años 100-800 d.C., emprendió la tarea de construir sus edificios de manera estratégica, asentándose sobre superficies elevadas e irregulares, formadas por terrazas geológicas de origen aluvial (Leiva et al, 2018; Gálvez, 2019).

 

La ubicación estratégica de edificios sobre terrazas geológicas ha sido identificada en la Huaca Prieta, la Huaca Cortada, la Huaca Cao Viejo, los pequeños montículos del área colonial, y probablemente otros que aún no han sido registrados; siendo estos lugares reconocidos como seguros contra las inundaciones y desastres naturales por arrastre (Bazán, 2020 – comunicación personal).

Hay reportes que mencionan que hubo lluvias torrenciales y huaycos originados por el Fenómeno El Niño - ENSOS, que generaron cubrimientos y afectaron a las construcciones ubicadas sobre la llanura del valle, pero no destruyó las que se elaboraron sobre las terrazas, como por ejemplo la Huaca Cao Viejo. Esta estructura evidencia haber pasado por periodos de fuertes de lluvias, los que han sido reportadas y asociadas a su secuencia de cuatro edificios superpuestos, remodelados desde la época Moche Temprano (Franco et al., 2003; Franco, 2016); gracias a su ubicación estratégica, no tuvo mayor afectación.

 

El entorno geográfico y la economía de la época Mochica

Las Huacas moche del Complejo Arqueológico El Brujo se encuentran cerca del litoral marino, limitando con el mar, extensos terrenos de cultivo, humedales, totorales y espejos de agua. Durante el apogeo mochica, el entorno de los templos debió presentar mejores condiciones climáticas o naturales y de recursos.

La información referente al entorno antiguo nos permite ahondar en el conocimiento sobre la población de la época, quienes desarrollaron una diversa economía: utilizaron materiales provistos por la naturaleza para la edificación de las construcciones y como fuentes de inspiración para las representaciones iconográficas (creencias religiosas). Dicho entorno también permitió el desarrollo de actividades como la pesca, recolección, caza, agricultura y extracción de frutos.

 

Esto nos ayuda a proponer la siguiente división relacionada a zonas económicamente explotables para la época Moche:

 

Área de Economía Marina, ubicada al oeste y conformada por toda la franja del litoral marino, las actuales playas la Bocana y El Brujo, desde donde los pobladores obtenían ciertos recursos para su consumo: moluscos, crustáceos, peces, aves, mamíferos marinos y otros.

Área de Economía Agrícola, dada por toda la parte hacia el valle, alejada del mar. Se caracteriza por ser un suelo agrícola extenso, desde donde se obtenían materiales de consumo como cereales, legumbres y frutos; asimismo, aquí aparecen pequeños bosques a donde llegaban una variada fauna.

 

Área de Economía en pantanos, debió presentarse en menores cantidades, dentro y en los alrededores del área agrícola, conformada por las superficies pantanosas y con napa freática casi superficial, así como por filtraciones de agua que formaron empozamientos o cochas. De aquí se obtenían fibras y cañas para la elaboración de diversos tejidos. También se extraían algunos peces como la lisa (Mugil cephalus), debido a que logra soportar los cambios de salinidad entre el mar y los humedales (Dillehay et al, 2017), y el pez life (Trichomycterus punctulatus) que se presenta en la iconografía, y que viven en aguas estancadas y pequeñas oquedades o espejos de agua (Gálvez & Runcio, 2009).

Los pobladores Moche y la Huaca Cao Viejo

Las investigaciones nos permiten entender que la vida de los Mochica del antiguo Perú fue muy diferente en comparación a la actual. El entorno natural característico mostraba espacios desérticos, vegetación distante y diversa, y un clima agreste con altas temperaturas. Pese a estas condiciones, el valle era muy rico debido a la presencia de agua durante todo el año.

Los moches lograron conocer, dominar su entorno y explorar los recursos que les serian útiles, tanto para la construcción como para el desarrollo de su pueblo; conocimiento que resalta la importancia de los recursos naturales como elementos indispensables y empleados por los grupos humanos.

La revisión de algunos trabajos (Leiva et al, 2018; Alva, 2020), ha permitido complementar los resultados obtenidos por el proyecto OXI. En base a ello, sabemos un poco más de la economía y zonas extractivas, así como de los recursos obtenidos y empleados por los pobladores mochicas que vivieron durante la construcción y funcionamiento de la Huaca Cao Viejo.

Los recursos marinos fueron encontrados básicamente dentro de los rellenos constructivos y arquitectónicos, donde se pudo reconocer a ciertas especies que aún habitan en la actualidad: Choro zapato (Choromytilus chorus), Choro común (Aulacomya atra), Palabritas (Donax obesulus), Caracol negro o turbante: (Prisogaster niger o Tegula atra), entre otros; hubo algunos peces (anchoveta?) que fueron consumidos y otros idealizados en las representaciones iconográficas asociadas a la arquitectura de los salones ceremoniales, como el life (Trichomycterus punctulatus) y la mantarraya (Mobula birostris), cuyas figuras fueron cubiertas posteriormente durante las etapas de remodelación de la Huaca.

Los recursos agrícolas y zonas pantanosas, pudieron ser empleados de distintas maneras: se consumió maní (Arachys hypogaea), pues hay restos de cáscara en los morteros y adobes, los mates (Lagenaria siceraria) debieron ser parte del uso cotidiano de las personas, pero también empleados como ofrendas, pues se encuentra como parte del proceso ritual de enterramiento de algunos recintos. Asimismo, parte de la vegetación del monte ribereño fue empleada en la arquitectura para el amarre de ciertos elementos durante la construcción, como por ejemplo la totora (Schoenoplectus californicus), soguilla (junco) y caña brava (Gynerium sagittatum), encontrados como parte del soporte superior en nichos, y la caña de Guayaquil (Guadua angustifolia), como parte del soporte de la única ventana encontrada en las excavaciones; todo ello, registrado durante las últimas excavaciones en los Recintos Oeste.

Evidencias de las proteínas consumidas por los pobladores Moche en la Huaca Cao Viejo

Durante las actividades de trabajo, los pobladores debieron invertir tiempo y esfuerzo, por tanto, debieron consumir no solo insumos vegetales, frutos y productos marinos, sino también carne como parte de la dieta balanceada y necesaria para la adquisición de energía necesaria para llevar a cabo las tareas diarias.

Al parecer, los productos consumidos, con mayor concentración cárnica y proteica vino del mar y de la tierra. Lo que nos da una idea de la complementariedad económica ya que hemos encontrado restos óseos fragmentados de lobos marinos (Otaria flavescens) dentro de los adobes. De acuerdo a Muñoz (2017) estos mamíferos aportan una gran cantidad de carne: el macho adulto pesa 300 kg. (largo de 2 a 3 m.), la hembra adulta pesa entre 144 kg. (largo de 1,8 m.) y una cría de 10 a 15 kg. (largo de 85 cm.), demostrando ser una fuente energética y sustento para poblaciones humanas del litoral.

Asimismo, hay marcas o pisadas de camélidos (¿posible llama o vicuña?) y algunos restos óseos, impregnados en la parte externa de los adobes y dentro de los morteros. Lo que sugiere que también fueron consumido además de emplearlos para el transporte (Prieto et al, 2014).

 

Nuestros reportes fueron comparados con los estudios realizados en la Huaca del Sol y la Luna, donde hay evidencia amplia de Vicuña (Vicugna vicugna), Alpaca (Vicugna pacos), llama (Lama glama) y Guanaco (Lama guanicoe) (Rojas, 2018), llevándonos a pensar que el pueblo mochica no solo debió consumir la carne de variados animales, sino que también pudieron emplearlos de diferentes maneras. Se conoce que los camélidos son usados como animales de carga y que sus fibras son usadas para los tejidos.

 

BIBLIOGRAFÍA:

 

Alva Ch. J. (21 septiembre 2020 - visitado el 25 de diciembre del 2020). La Agricultura Mochica: Los Alimentos y los Campesinos. Complejo Arqueológico El Brujo. Recuperado de https://www.elbrujo.pe/blog/la-agricultura-mochica-los-alimentos-y-los-campesinos/

 

Bazán, A. (29 de diciembre del 2020). Ubicación estratégica de edificios (comunicación personal).

 

Bazán A. y Chavarría, H. (20 de noviembre del 2019 - visitado el 25 de diciembre del 2020). El mundo subterráneo del Complejo Arqueológico El Brujo: El pozo ceremonial. Recuperado de https://www.elbrujo.pe/blog/pozo-ceremonial-mundo-subterraneo/

 

Chavarría, H. y Alva Ch. J. (visitado el 25 de diciembre del 2020). Un templo Moche en el Complejo Arqueológico El Brujo. Recuperado de https://www.elbrujo.pe/explora-el-complejo/principales-monumentos/huaca-cao-viejo/

 

Dillehay, T. D. et al (2017). Simple technologies and diverse food strategies of the Late Pleistocene and Early Holocene at Huaca Prieta, Coastal Peru. Science Advances, 1-13.

Franco, R. (2003). Modelos, función y cronología de la Huaca Cao Viejo, complejo El Brujo. Moche: hacia el final del milenio. Actas del Segundo Coloquio sobre la Cultura Moche (Trujillo, 1 al 7 de agosto de 1999). Uceda & Mujica (Edit.). T. II, 125-177. Lima: Universidad Nacional de Trujillo y Pontificia Universidad Católica del Perú.

 

Franco, R. (2016). 25 años de investigaciones arqueológicas y gestión del patrimonio en el Complejo El Brujo, costa norte del Perú. Actas I Congreso Nacional de Arqueología. Volumen I.

 

Gálvez Mora, C. & Runcio, A. (2009) El life (Trichomycterus SP.) y su importancia en la iconografía mochica. ARQUEOBIOS. Centro de investigaciones arqueológicas y paleogeológicas Andinas. 3(1).

 

Gálvez Mora, C. (2019) Arquitectura, paisaje y tiempo en huaca Cao Viejo, complejo El Brujo. Quingnam (5), 47-82.

 

Leiva González, S. et al (2018). Flora y fauna del complejo arqueológico El Brujo, Ascope, región La Libertad, Perú. Arnaldoa, 25(1), 195-226.

 

Muñoz, A. (2017) La explotación de lobos marinos por cazadores recolectores terrestres de Tierra del Fuego. Cazadores de Mar y Tierra. Estudios Recientes en Arqueología Fueguina. J. Oría y A. M. Tívoli (Edit.). Editora Cultural Tierra del Fuego y Museo del Fin del Mundo, Ushuaia.

 

Prieto, G., Goepfert, N., Valladares, K., & Vilela, J. (2014). Sacrificios de niños, adolescentes y camélidos jóvenes durante el Intermedio Tardío en la Periferia de Chan Chan, Valle de Moche, Costa Norte del Perú. Arqueología y Sociedad, 255-296.

 

Rojas Cusi, P. (2018) Explotación de camélidos durante las fases Mochica III y Mochica IV en el conjunto arquitectónico 35 del complejo arqueológico Huacas del Sol y de la Luna. Una aproximación osteométrica. Revista ARCHAEOBIOS, 12 (1).

 

LEYENDAS

FIGURA 1. Vista general de Este a Oeste de la Huaca Cao Viejo. Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 2. Referencia del litoral marino actual - Área de Economía Marina. Fotografía de Mary Ávila Peltroche.

 

FIGURA 2B. Referencia del litoral marino actual - Área de Economía Marina. Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 3. Referencia de la zona actual de cultivo - Área de Economía Agrícola. Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 4. Referencia de vegetación que crece en zonas pantanosas- Área de Economía en pantanos. Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 5. Vista general del muro oeste dentro del patio de las rayas y manta rayas (frisos marinos). Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 6. Detalle del muro oeste dentro del patio de las rayas y manta rayas (frisos marinos). Fotografía de Edson Palomino.

 

FIGURA 7. Detalle delos mates encontrados dentro de los rellenos de clausura, recuperados durante el proceso de excavaciones OXI 2020. Fotografía de Mary Ávila Peltroche.

 

FIGURA 8. Detalle de los nichos con dinteles de caña brava clausurados, encontrados al oeste del patio de las rayas y manta rayas (frisos marinos). Fotografía de Erick Acero.

 

FIGURA 9. Detalle excavado de la cabecera del muro con dos nichos. Se muestra un grupo de caña brava amarrada con fibra vegetal que conformaron dinteles. Encontrado al oeste del patio de las rayas y manta rayas (frisos marinos). Fotografía de Erick Acero.

 

FIGURA 10. Detalle de los restos óseos de un camélido encontrado dentro del mortero utilizado en la construcción de los BATs durante las excavaciones del proyecto OXI 2020. Fotografía de Mary Ávila Peltroche.

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