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El proceso de reconstrucción facial se inició capturando un modelo tridimensional del cráneo de la Señora de Cao, mediante escáneres 3D de última generación. Luego, utilizando software y equipos especializados y siguiendo protocolos internacionales de reconstrucción facial forense, se esculpieron los músculos del rostro, los párpados, la forma de los ojos, la nariz, la boca y la piel.

Un equipo multidisciplinario e internacional conformado por arqueólogos, antropólogos, odontólogos, artistas forenses e ingenieros estuvieron a cargo de este proceso.

Una vez reconstruido el modelo digital tridimensional de la cabeza y el rostro, se realizó un trabajo de texturizado e iluminación para añadir detalles de máximo realismo a las imágenes digitales.

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Luego, se procedió con la impresión en tres dimensiones del busto, utilizando una impresora 3D de muy alta resolución.

Finalmente, y siempre bajo la dirección del equipo de arqueólogos del Complejo Arqueológico El Brujo, un artista especializado en la elaboración de réplicas de bienes arqueológicos, trabajó los detalles del color de la piel, cejas, pestañas, cabello y demás acabados.

Para este importante paso final, se utilizaron como referencia documentos de investigación etnológica y una gran cantidad de fotografías de mujeres que actualmente viven en la zona de influencia del Complejo Arqueológico El Brujo.

Este proyecto de investigación tiene como resultado acercarnos con la mayor precisión posible al verdadero rostro que tuvo la Señora de Cao en vida, hace aproximadamente 1700 años.