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La agricultura ha sido una de las actividades económicas más trascendentales en la historia de la humanidad, ya que su evolución marcó un cambio radical en el suministro de alimentos. Este avance, sin embargo, fue resultado del proceso de domesticación de plantas, el cual, en los Andes, se inició hace aproximadamente 11 mil años.
Los mochicas supieron aprovechar las fértiles tierras de la costa del norte del Perú, donde lograron diversificar su agricultura con una notable variedad de cultivos que abastecía sus principales necesidades alimentarias.
Por ello, a continuación, describiremos las principales especies que se sembraban y cómo se desarrollaba la agricultura en aquella época, según las excavaciones hechas en la Huaca de la Luna y Huaca Cao Viejo.
Gracias a los estudios arqueológicos realizados en sus asentamientos, especialmente en lugares clave como la Huaca Cao Viejo y Huaca de la Luna, se ha logrado descubrir cuáles eran los cultivos esenciales en su dieta, el cual estaba conformado por los siguientes:
• Cereales: El maíz se consumía tostado y también se utilizaba para preparar chicha.
• Frutas: Disfrutaban de frutas como chirimoya, guanábana, ciruela de fraile, mamey, guayaba, lúcuma y mate.
• Legumbres: Los mochicas cultivaban y consumían maní, pallar de los gentiles, pallar, frijol, y algarrobo.
• Tubérculos: La papa, camote, yuca y achira eran fundamentales. La papa, en especial, era apreciada por su adaptabilidad, ya que crecía bien entre los 2000 y 4000 metros sobre el nivel del mar, aunque se lograba cultivar en distintas altitudes.
Las tareas vinculadas a la agricultura, que incluían la siembra, el cultivo y la cosecha de alimentos, eran distribuidas entre todos los integrantes de la unidad familiar. Ello incluía la participación de niños y niñas, con el fin de que desde temprana edad se relacionen con las actividades de campo.
Las excavaciones en la Huaca de la Luna revelaron que las familias vivían en aldeas distribuidas cerca de las áreas de cultivo y no en las áreas urbanas, donde se encontraban los templos de la élite mochica. Algunos ejemplos de ello son los asentamientos rurales de Santa Rosa de Quirihuac (de la fase moche temprano) y Ciudad de Dios (fase moche tardío), ambos situados en el valle de Moche.
En Santa Rosa de Quirihuac existió un acceso limitado a productos agrícolas, entre los que destacaba el consumo de frijoles, pallares y pallares de los gentiles. En tanto, en Ciudad de Dios, existían jerarquías sociales, con una élite rural que supervisaba la producción de alimentos.
Esta élite ofrecía banquetes comunales donde se consumía una porción relevante de los productos agrícolas, carne de camélido y chicha, como retribución por la realización de las faenas del campo en favor del Estado Mochica. Cabe resaltar que, si bien se han documentado grandes banquetes comunales, estos ocurrían de manera excepcional y no como parte del día a día de las poblaciones.
En el complejo arqueológico El Brujo se hallaron los restos más antiguos de maíz de los Andes, con muestras que datan de hace 6.500 años.
Las diferentes razas del maíz eran los ingredientes más consumidos en la gastronomía nativa. Por ejemplo, tras el procesamiento y la fermentación del maíz se conseguía la chicha, bebida predilecta en los actos públicos y símbolo de la reciprocidad. Por otro lado, los granos comúnmente se tostaban y se comían durante las caminatas.
En el yacimiento arqueológico también se encontró restos de pallar con fechas aproximadas a los 5.000 a.C., tiempo en el que las poblaciones ocupaban estacionalmente el litoral y consumían estas semillas junto a la palta, la calabaza, entre otras especies comestibles.
Miles de años después, los mochicas graficaron constantemente los pallares en sus cerámicas, de forma naturalista y otras veces con atributos antropomorfos. Las representaciones de esta semilla aparecen en las escenas relacionadas a rituales de cambios de estación como parte de los calendarios agrícolas andinos.
Con respecto al zapallo loche, las evidencias tienen 5.300 años de antigüedad y corresponden a la Huaca Prieta y el sector Paredones. Desde fines del período Lítico (15,000 – 7600 a.C.) e inicios del periodo Arcaico (7600 – 1700 a.C.), este alimento se integró a la alimentación de los antiguos peruanos.
Descubre más sobre los alimentos que se consumían en el Antiguo Perú en la serie Alimentos Andinos del Complejo Arqueológico El Brujo. Estos artículos te permitirán explorar en profundidad cómo las comunidades prehispánicas, como la mochica, gestionaban sus recursos naturales para subsistir y darle continuidad a sus prácticas sociales.
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