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Por Katerine Albornoz
La cuchara es un utensilio que está presente en nuestra vida diaria a lo largo de la historia de la humanidad. En la actualidad se conoce poco sobre sus orígenes y su presencia en la época prehispánica, por ello la presente nota tiene por objetivo realizar una breve exposición de su historia y dar a conocer las investigaciones en torno a ellas.
Según el ‘’Tesoro de la Lengua Castellana’’ de Sebastián de Covarrubias (1611), la cuchara proviene del término italiano cucchiara o cuchiario, y del vocablo latin cochlear. Este último era empleado en la época Romana, donde tenían dos modos de decir cuchara: ligula y cochlear; ambos términos se referían a dos tipos de cuchara distintas. El primer tipo estaba relacionado a llevar los alimentos a la boca; mientras que el segundo corresponde a usos específicos como cascar los huevos y comer los moluscos (Artes, 2012).
Las investigaciones recientes nos revelan que la cuchara de mayor antigüedad se encuentra registrada en el sitio ‘Uyun al-Hammam’, perteneciente al periodo epipaleolítico (10000 a. C.) y corresponde a una cuchara de hueso (Lisa A. Maher*, 2011). Se tiene mayor registro de las cucharas de hueso en el período neolítico (8000 a. C.), con la precisión de que también hay cucharas de arcilla en este período (Stefanović et al., 2019; Vitezović, 2011; Vento, 1985; Benito,1998; Navarrete, 1976).
La característica más resaltante de la cuchara es que no ha tenido grandes cambios en su forma, principalmente constituida por una pala y un mango. La primera es de sección cóncavo - convexa más o menos pronunciada, y el segundo es más estrecho, de longitud y grosor. Algunos investigadores han realizado estudios de marcas de uso, concluyendo que la muestra analizada ha sido usada para consumo de alimentos (Benito, 1999).
Con el paso de tiempo, la materia prima y las técnicas de fabricación empleadas se han ido diversificando, logrando tener como resultado cucharas de arcilla (Enciso, 1976) o cucharas de hueso talladas y decoradas (València, s.f.).
En Latinoamérica también se han realizado estudios en torno a cucharas prehispánicas, un ejemplo de la diversidad de diseños y decoración se encuentra en Chile. Con relación a lo anterior, Nuñez (1999) clasifica cucharas de madera en base a la presencia de elementos decorativos tales como adornos volumétricos, incisos o recortados.
Son pocos los cronistas quienes nos mencionan sobre los hábitos alimenticios o del empleo de utensilios, uno de estos es el cronista Bernabé Cobo (1653). En su obra “Historia del Nuevo Mundo” se refiere a la existencia de cucharas en el mundo prehispánico, resaltando el material de manufactura y su uso en la preparación e ingesta de alimentos.
En el Perú prehispánico, sociedades como Recuay (Sierra de Ancash), Cajamarca (Cajamarca) y Wari (Ayacucho) han hecho uso de las cucharas en soportes como madera, cerámica, mate, hueso, concha, entre otras; cuyas evidencias están representadas en las colecciones de diversos museos nacionales e internacionales; sin embargo, la mayoría de ellas no tienen un contexto arqueológico definido.
Desde la década de 1990, las intervenciones arqueológicas emprendidas por la Fundación Wiese en el Complejo Arqueológico El Brujo (CAEB) d. C. permitieron develar una serie de contextos funerarios de la época Moche (100-800 d. C.) y Lambayeque (900-1200 d. C.), procedentes de la plataforma superior y la fachada principal de la Huaca Cao Viejo, respectivamente.
El interior de estas tumbas estaba integrado por uno o varios fardos funerarios, que a vez contenían el cuerpo de individuos, y por una variedad de objetos a manera de ofrendas. Las cucharas recuperadas de estos contextos están hechas de diferentes materiales tales como: madera, mate y cerámica.
Las cucharas moches en la colección del CAEB están elaboradas de cerámica, tienen la forma elipsoidal alargada de 11 cm de largo; en cuanto a su decoración tienen una aplicación zoomorfa en el mango y son de color anaranjado con acabado pulido.
Las cucharas Lambayeque de nuestra colección están elaboradas en mate y madera. Están constituidas esencialmente por 2 partes: un mango y una pala. La primera parte es estrecha de longitud y grosor y la segunda parte es cóncava-convexa más pronunciada. Para la decoración geométrica en alto relieve del mango se emplearon instrumentos cortantes, posiblemente de metal.
Las principales discusiones son en torno a las funciones que pudo tener la cuchara. En Europa se ha realizado investigaciones donde se menciona que estas han cumplido, al menos, 5 funciones vinculadas a: (1)consumo y (2) preparación de alimentos, (3) instrumentos usado en la fabricación de cerámica, (4) carácter simbólico, y (5) la reutilización de las partes fragmentadas (ej. el mango es reutilizado como punzón) (Benito, 1999).
Por lo contrario, en el Perú no se han realizado investigaciones en relación con las cucharas. Estudios relacionados al tema tienen gran potencial para ampliar nuestros conocimientos referentes de la vida cotidiana de los antiguos peruanos, así como sus costumbres y respuestas sociales en la larga historia de adaptación y transformación de su medio ambiente.