Las cintas modeladoras: el artefacto detrás de las famosas deformaciones craneanas

El depósito de textiles del Complejo Arqueológico El Brujo alberga cerca de 6 mil piezas de procedencia prehispánica y colonial, entre ellas encontramos las cintas modeladoras de cráneo. 

Antes, debemos señalar que las prácticas para alterar culturalmente el cuerpo humano son recurrentes en la historia de la humanidad, incluso hasta la actualidad. Lo podemos observar desde el simple hecho de realizar agujeros en los lóbulos de las orejas para la colocación de aretes hasta en la práctica de alargamiento de cuellos de la tribu Kayan en Tailandia. 

Tipos de modelado craneal

El modelado craneal en las sociedades andinas era principalmente de 2 tipos: 

1. Modelado anular: generado a partir del vendaje del cráneo, lo cual promovía el alargamiento de la bóveda craneana. El caso más conocido son los paracas en la costa sur peruana
2. Modelado tabular: generado por la presión del área frontal y occipital del cráneo, resultando en el ensanchamiento de los parietales.

En El Brujo gran parte de la evidencia funeraria proviene de la cultura Lambayeque, desarrollada entre los 900 y 1300 d.C, cuyos individuos enterrados en el frontis de la Huaca Cao Viejo, presentaban modelamiento craneal de tipo tabular. 

¿Cómo se realizaba el modelado craneal?

Con la ayuda de cintas modeladoras, piezas textiles elaboradas en fibra de algodón color crema y forma de T. Estas cintas estaban compuestas por 1 o 2 paños de algodón con terminaciones en cordones.

Estas cintas solían ser colocadas en las cabezas de los bebés, pues el cráneo en esta etapa del crecimiento no se encontraba completamente osificado y, por tanto, es moldeable.

Las investigaciones han comprobado que estas prácticas no generaron un desbalance biomecánico o alguna complicación de salud durante el proceso de modelamiento que afecta la salud o postura cráneo cervical del individuo.

¿Cuál es el rol del modelado craneal?

Aunque el rol de esta práctica varía de acuerdo a la sociedad y la época, los Lambayeque de El Brujo, parecen haber usado la práctica como elemento diferenciador frente a otros grupos culturales, así como elemento cohesionador de identidad cultural.

Como hemos podido observar, el modelamiento del cráneo y del mismo cuerpo humano es una práctica completamente normal en la antigüedad y en la actualidad. 

El estudio de artefactos modeladores y de los restos humanos son fuentes inagotables de información que nos permiten no sólo conocer nuestro pasado, sino también desarrollar empatía orientada a comprender y aceptar la diversidad cultural de la humanidad. 

El video completo de este capítulo, puede ser visto en este enlace: