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La dieta de los antiguos pobladores del norte del país incluía el consumo de alimentos marinos. De hecho, se sabe que entre las múltiples variedades, poblaciones antiguas como la Paijanense, la cual se desarrolló entre el año 10 679 y el 7 055 a. C, llegaron a consumir productos como tiburones, leones marinos, peces huesudos del mar, además de lapas, caracoles marinos y cangrejos, por mencionar algunos.
En cuanto a los Mochicas, algunos de los productos que consumían, y cuya evidencia se ha podido observar durante el estudio de los restos arqueológicos, son lobos marinos, lornas, anchovetas, tollos y conchas de abanico. A continuación, te contamos un poco más acerca de estos alimentos andinos consumidos por las culturas del norte del país.
La carne de los lobos marinos se obtenía mediante la caza. La técnica usada por los pobladores consistía en golpearlos con un palo en la nariz con precisión, por lo que requería de gran destreza por parte de los cazadores. La evidencia del consumo de esta carne se ha manifestado en las pictografías de la cerámica Mochica.
En la costa sur del Perú se han encontrado evidencias del consumo de lorna en distintos sitios arqueológicos. El más antiguo de ellos es la Quebrada de Jaguay, donde se han hallado restos de comunidades humanas que se dedicaban a la explotación de los recursos de la zona hace más de 11,000 años. La pesca de lorna en aquellos tiempos lograba capturar especímenes de hasta 17 cm de tamaño.
En el caso del Complejo Arqueológico El Brujo, en la Huaca Prieta, se han encontrado restos de lorna en los primeros estadios de ocupación humana, entre los años 6080 y 5887 a. C. De hecho, en la época Mochica, se han registrado restos de lorna en una cocina ubicada en la zona urbana de la Huaca de la Luna, utilizada para la producción de comidas y bebidas ceremoniales.
Los primeros registros de su consumo datan del valle de Zaña, en la Región Lambayeque, donde se encontraron restos que datan entre los años 9700 y 9200 a.C. Durante el periodo Arcaico, que comprende del 7600 al 1700 a.C., la anchoveta fue el pescado de mayor presencia en los contextos arqueológicos de los sitios de Caral, El Paraíso y La Paloma en la Costa Central del Perú.
También se han encontrado evidencias de su consumo en la Huaca Prieta, ubicada en el Complejo Arqueológico El Brujo, en la Región La Libertad, donde los restos de anchoveta datan del 5600 a.C.
Durante la colonia, la anchoveta seguía siendo un recurso alimenticio muy importante. De hecho, se consumía fresca en las zonas cercanas al litoral y se secaba al sol para su distribución a lugares alejados.
Los hallazgos arqueológicos muestran que este pescado fue consumido desde hace más de 6000 años en la Quebrada de los Burros, en Tacna. También se ha encontrado evidencia de su consumo en otros sitios prehispánicos, como Huaca Prieta, Bandurria y Caral, donde fue uno de los alimentos básicos durante el periodo Arcaico Tardío.
El sitio arqueológico de Gramalote en Huanchaco, La Libertad, muestra que el tollo fue uno de los pescados más consumidos en la costa norte del Perú entre los 1500 a 1200 a.C. Y durante la época Mochica, el tollo fue un alimento común en ceremonias y banquetes en la Huaca de La Luna.
Se han encontrado evidencias del consumo de conchas de abanico en la parte alta del valle de Zaña y en la desembocadura del río de Huarmey, con fechas estimadas desde hace 8011 años a. C. También hay evidencia de su consumo en Huaca Prieta.
Como se observa, la dieta de las culturas antiguas del norte del Perú estaba compuesta por una gran variedad de alimentos marinos, algunos de los cuales aún son consumidos en la región.
Conocer más acerca de estas culturas y su relación con el mar nos permite entender su estilo de vida y su conexión con el entorno natural. Si quieres saber más sobre la rica historia y cultura del norte del Perú, te invitamos a visitar los diversos sitios arqueológicos y museos que la región ofrece. ¡No te arrepentirás!